jueves, 3 de febrero de 2011

El regreso más esperado a SIMOF: Vicky Martín Berrocal

El año pasado muchos admiradores de Vicky Martín Berrocal nos quedamos con las ganas de verla en SIMOF.  Cambió el salón de moda de Sevilla por la Pasarela de Jerez. Se ha especulado demasiado sobre las razones que llevaron a Vicky hasta la ciudad gaditana: problemas con la organización de SIMOF, disidencias con FIBES, discusiones con otros diseñadores...así hasta un sinfín de rumores e invenciones. Lo cierto es que para bien o para mal, no dejó indiferente a nadie con esta decisión. Sin embargo, ayer Vicky regresó a Sevilla. Era un desfile muy esperado entre amigos, expertos de moda, periodistas y fotógrafos. 

Esa sensación también fue compartida por el público. A las 20.30 la pasarela estaba hasta arriba. En el salón no cabía un alfiler y es que nadie quería perderse la colección "Sueño Flamenco". Casi ningún diseñador que va a SIMOF arrastra a tantas personas, excepto Juana Martín y Aurora Gaviño. 





Con Vicky llega la pasión, la ilusión y las celebrities. En el front row del desfile rostros conocidos como Nuria March, Marta Sánchez o Ana García Siñeriz esperaban el comienzo. También acudieron Jesús Quintero, Arancha de Benito, Javier de Montini y César Cadaval entre otros.



A las 20.45 una imponente Laura Sánchez abre el desfile. La voz rasgada de Sonia Miranda suena de fondo.  Envuelta en una drámatica interpretación, la modelo fetiche de Vicky Martín luce un vestido de corte impecable en color nude. Comienza el espectáculo. La hilera infinita de volantes cae desde la rodilla jugando con los volúmenes y las formas. El toque flamenco lo pone el sombrero cordobés firmado por Antonio García. Tras el primer pase, Laura Sánchez desaparece. Suenan los aplausos del público y tengo la sensación de que los volveré a escuchar.

Laura Sánchez abre el desfile de Vicky Martín


A continuación aparecen más modelos. El nude y los contrastes en las formas predominan por encima de todo. Las texturas, ricas y diversas, crean estilismos pensados para una mujer pasional, segura y arriesgada. Los volantes son amplios y se mezclan por igual con seda salvaje, satén y raso. Los trajes ciñen la cintura hasta límites insospechados. No hay que olvidar los complementos firmados también por la diseñadora. Pendientes, pulseras y brazaletes ponen la nota ostentosa en cada outfit.













Color para el día



De las tonalidades neutras se pasa a la explosión de color. Berrocal demuestra una vez más porqué es una experta en moda. Se atreve a innovar en faldas largas de cuero, camisas con micro ruffles plegados o vestidos que no tienen fin. No hay diferencias entre llevar esta ropa para ir al Rocío, a la Feria de Abril o a un cóctel. Fucsias, turquesas, azul pavo y amarillo limón saludan la llegada de la primavera con un público que ya tiene la sangre alterada por la emoción de ver a Vicky.














¿Ave o modelo?

Y del día a la noche. Ahí es donde la diseñadora se la juega. El negro es el protagonista cuando cae el sol en vestidos-túnicas semi transparentes. Muselinas, gasas y tul envuelven el cuerpo de la mujer decorándolo con pailletes, ruffles muy trabajados y escotes vertiginosos. La única concesión al color llega con un vestido realizado en lamé dorado y negro con mangas japonesas rematadas en flecos y largo infinito. La sensación de ingravidez se potencia con el movimiento delicado de la modelo.




Espectacular imagen de Laura Sánchez

Lo mejor está por llegar. Al cierre del desfile, Laura Sánchez regresa a la pasarela con una bata de cola muy ceñida en oro y negro. A modo de mantilla, la modelo lleva un enrejado de discos dorados con hilos de seda negros. Los destellos de luz convierten a Laura Sánchez en una diosa virginal caída del paraíso. Es inevitable acordarse de las creaciones metalizadas de Paco Rabanne. Cuando Sánchez llega al final, el público rompe en aplusos y ovaciones. Un año más Vicky Martín Berrocal ha conseguido que su colección sea, simplemente, inolvidable.


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